Siguiendo con el tema de la semana pasada, sobre la ortografía en las redes sociales, queremos ahondar en lo importante que pueden ser los mensajes compartidos en dichos sitios como tarjeta de presentación para un escritor (o profesional de cualquier campo). Recuerda; las redes sociales ofrecen una ventana a lo que eres y a lo que haces, por lo tanto, tendrás que cuidar adecuadamente la ortografía, la sintaxis y la gramática de tus mensajes.
Y no. La carencia de caracteres o la inmediatez del medio no debería ser una excusa para que se nos permita escribir mal. ¿Es complicado escribir un mensaje en solo 280 caracteres? Puede ser, pero si eres un escritor, deberías ser capaz de condensar y explicar un concepto en pocas palabras.
La evolución del lenguaje
Sin querer salir de este tema, vamos a ver si rizamos aún más el rizo. ¿Qué pasa cuando un escritor quiere plasmar una conversación entre dos jóvenes mediante un chat en su novela? ¿Tiene permiso para escribir mal? Aunque al final, este punto dependerá siempre de tus editores, esta podría ser una de esas escasas ocasiones en las que podrías permitirte “escribir como hablas”.
El lenguaje evoluciona y cambia, pasó con el latín cuando a causa del uso doméstico y la mezcla con otras lenguas evolucionó y de él nacieron todas las lenguas latinas, como el español.
En este sentido, los jóvenes (y los no tan jóvenes) han comenzado a crear un nuevo registro comunicativo conocido por algunos expertos lingüistas como textingo textspeak. Se trata de un lenguaje creado mediante la omisión de palabras y el uso de expresiones que no son propias del lenguaje escrito estándar, como serían las abreviaturas y los acrónimos (“WTF”, “XOXO” o “LOL”).
¿Es posible llegar a integrar este nuevo marco lingüístico en nuestras creaciones literarias? La respuesta, aunque pueda no ser del agrado de todo el mundo, debería ser un rotundo sí. Y debería ser así porque el escritor es un testigo de su tiempo y una de sus tareas es registrar la realidad en la que vive y su contexto.
Del mismo modo que los antiguos poetas y escritores como Dante Alighieri dejaron de lado el latín para escribir en otras lenguas como el toscano o el español, los escritores modernos, deben ser capaces de adaptarse y utilizar este nuevo lenguaje en sus obras.
La necesidad de comunicar

El profesor de Estudios de Artes y Humanidades de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), Joan Pujolar, señala que Internet ha traído consigo la necesidad de expresar cosas que hasta ahora las prácticas escritas más habituales dejaban de lado.
Tal y como explicábamos en el anterior artículo, la inmediatez del medio promueve esta nueva forma de escribir que podríamos llamar “despreocupada”. En pocas palabras, utilizamos un lenguaje cotidiano que nunca antes se había visto en el lenguaje escrito.
¿Por qué sucede esto? Según el profesor de Ciencias de la Información y de la Comunicación, Ferrán Lalueza, las redes sociales son plataformas de interacción con los demás y esto conlleva que, aunque sea por escrito, lo que están haciendo los usuarios es “conversar” con personas a las que se cree cercanas y, por lo tanto, se utiliza un lenguaje coloquial, que, además, se tiene que adaptar a los nuevos medios digitales.
Entonces, ¿son malas las redes sociales o los móviles para el futuro del lenguaje? Pues, aunque parezca que lo son, la realidad es la contraria. En primer lugar, esta nueva forma de comunicar es algo típico de la juventud que buscan utilizar un lenguaje transgresor como forma de reivindicación y rompiendo las normas establecidas. Además, los hablantes adaptamos la lengua a cada situación comunicativa, por lo que, si bien muchos jóvenes escriben mal en Internet, no lo hacen en otros contextos, por ejemplo, en sus textos académicos.
Por otra parte, muchas de esas personas que se quejan de las faltas de ortografía y que desprecian los teléfonos móviles y las redes sociales olvidan algo muy importante. Las redes sociales obligan a los jóvenes a leer y a escribir, algo que siempre es importante. Aún más, los teléfonos suelen llevar auto-correctores, por lo que también pueden ser una forma de aprender a escribir correctamente si uno pone la suficiente atención.
La maleabilidad de nuestra lengua
Como dijo el maestro Gabriel García Márquez en su célebre discurso ¡Jubilemos la ortografía!, la lengua española dispone de algunas “poesías” en el día a día que resultan especialmente llamativas para los extranjeros y que son fuentes del “desgaste” habitual de las lenguas al ser habladas por sus gentes. Expresiones como “la color”, “la calor” o las “sopas que saben gloria” son fruto del uso y, en algún momento, también serían un mal uso de la misma.
Sin embargo, estas expresiones son muestra de la maleabilidad y la inteligencia de una lengua que crece a diario con sus usos. En este punto, el maestro Gabo también nos dice que nuestra contribución no debería ser meterla en cintura, sino al contrario, dejarla libre para que crezca y evolucione.
¿Dónde se habla y escribe hoy en día? Claro, se sigue hablando en las calles, en los transportes, en casa y en los bares, sin embargo, en ningún medio se habla y se escribe tanto como en Internet y, sobre todo en las redes sociales. Esto significa que, con toda seguridad, los próximos cambios a nuestro lenguaje vendrán de su uso en las redes sociales, incluso si la gente escribe con faltas de ortografía.
Gabo dice que “la ortografía es el terror del ser humano desde la cuna”, pero la verdad es que la ortografía es importante (la consideres terrorífica o no), ya sea en las redes sociales, en la literatura o en las comunicaciones escritas. Lo es porque un poema sobre una lágrima puede ser conmovedor, pero otro sobre “lagrima” no dice nada.