John Donne escribió en un poema que “Nadie es una isla”. Estamos rodeados de otras personas que día a día influyen en nuestros pensamientos y sensaciones. Así también los escritores tienen influencias literarias. En una entrevista reciente, nuestro autor Elik Troconis nos contó todo acerca de los escritores y los libros que sirvieron como inspiración para los cuentos de Tamaño realidad.
Los autores del Siglo de Oro
Mientras escribía este libro, Elik trabajaba como guía de turistas en el Barrio de las Letras de Madrid. Llevaba a los visitantes por calles antiguas hasta dar con el lugar donde se erigieron los primeros teatros y también los inmuebles que habitaron los grandes del Siglo de Oro. Fue, pues, un periodo en el que los tuvo muy presentes. De ello da cuenta el título del primero de los cuentos de Tamaño realidad: “El buscón”, como la conocida novela de Francisco de Quevedo.
También cabe destacar lo que declara Guadalupe Arbona, académica de la Universidad Complutense de Madrid y prologuista de este libro: “Elik acierta en elegir un tono acorde con lo que ve y le hace sonreír; por eso hay relatos alegres e inocentes. Se sitúa así en la estela de la historia más alta y más popular de nuestra lengua: el Quijote”.
Los que experimentaron
Por otra parte, en Tamaño realidad hay textos donde se nota la influencia de autores como Virginia Woolf y William Faulkner. Esto se ve en cuentos como “Dils” y “Cadena de oraciones”, donde hay más de un narrador contando la historia y además se utilizan técnicas como el monólogo interior. “Fueron autores que leí en esa época”, nos cuenta Elik. “Recuerdo que Woolf me impresionó muchísimo y me hizo preguntarme cómo usar sus recursos en nuestra época”.
A estos autores también se suma Hemingway, que en aquellos mismos años también revolucionó la narrativa. Los diálogos cortos, el laconismo del narrador y la fuerza de las acciones se ven en cuentos como “Desorejado” y “Viejos amigos”.
Los rusos
Algunas inspiraciones de este libro de cuentos son más manifiestas que otras. Así, por ejemplo, el cuento “El jardín de senderos que se ramifican” empieza con las palabras “Borges me confesó que…”. Y así también sucede con un escritor ruso en particular en el cuento “El infinito”, que en su dedicatoria tiene ya el nombre de Nikolai Gogol y que toma como inicio una línea de su relato “El capote”.
Los poetas
Ahora bien, en Tamaño realidad observamos la influencia no solo de novelistas y cuentistas, sino también de poetas. Uno de ellos es Pablo Neruda. Todos hemos leído su famoso poema que dice “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”. Pues Elik extrajo de ahí las palabras “A lo lejos alguien canta”, título de un cuento que con apenas un párrafo nos lleva a un siniestro escenario criminal. Algo similar ocurrió con el cuento titulado “De mar a mar, entre los dos la guerra”, que proviene de un poema de Antonio Machado.
Los que no escribieron
“Yo amaba recorrer los museos de Madrid. Amé El Prado y también el Thyssen, que por fortuna eran gratuitos para mí por ser estudiante”, nos dijo Elik con una sonrisa. Y esas experiencias se trasladaron también a lo que escribía. En Tamaño realidad encontramos, por ejemplo, todo un texto dedicado a reflexionar sobre La Clef des champs, una pintura maravillosa en la que René Magritte cuestiona qué es lo real.
La tradición
“El autor que diga que todo lo que escribió es inventado, miente”, nos dice Elik, quien considera que todo artista toma partes de su realidad para crear sus ficciones y que constantemente recurre a distintos autores, técnicas y recursos que lo han precedido para forjar su propio estilo.